Actualmente, la obesidad se esta convirtiendo en una epidemia mundial en los países desarrollados y esta realidad incluye a España. Investigadores del Hospital del Mar (IMIM), previenen que en el 2030 habrán 27 millones de adultos españoles con problemas de obesidad o sobrepeso. El crecimiento en el número de obesos está siendo progresivo y sostenido, con  aproximadamente tres millones de nuevos casos por década. En 2016 había en España unos 24 millones de personas con exceso de peso, que equivale el 70% de la población adulta española.

Cuando el aumento de peso alcanza el sobrepeso y la obesidad, aumenta el riesgo de sufrir las siguientes enfermedades:

  • Enfermedad coronaria.
  • Diabetes tipo 2.
  • Cáncer (de endometrio, de mama y de colon).
  • Hipertensión (presión arterial alta).
  • Dislipidemia (niveles altos de colesterol total o de triglicéridos).
  • Accidente cerebrovascular.
  • Enfermedad del hígado y de la vesícula.
  • Apnea del sueño y problemas respiratorios.
  • Artrosis (la degeneración del cartílago y el hueso subyacente de una articulación).
  • Problemas ginecológicos (menstruación anómala, infertilidad).

The New England Journal of Medicine ha publicado una revisiónsobre el impacto del ayuno intermitente en la salud, el envejecimiento y la enfermedad. El ayuno intermitente provoca respuestas celulares adaptativas que mejoran la regulación de la glucosa, aumenta la resistencia al estrés y suprime la inflamación. Durante el ayuno, las células activan vías que mejoran las defensas intrínsecas contra el estrés oxidativo y metabólico y las que eliminan o reparan las moléculas dañadas. Estudios preclínicos muestran consistentemente la eficacia para modificar la enfermedad siguiendo el ayuno intermitente en modelos con animales en una amplia gama de trastornos crónicos, incluyendo obesidad, diabetes, enfermedades cardiovasculares, cánceres y enfermedades cerebrales neurodegenerativas. 

La glucosa y los ácidos grasos son las principales fuentes de energía para las células. Después de las comidas, la glucosa se usa para obtener energía y la grasa se almacena en el tejido adiposo como triglicéridos. Durante los períodos de ayuno, los triglicéridos se descomponen en ácidos grasos y glicerol, que se utilizan para obtener energía. Un estudio multicéntrico demostró que la restricción calórica diaria mejora los factores de riesgo cardiometabólicos en humanos no obesos. Además, seis estudios a corto plazo con adultos con sobrepeso u obesidad han demostrado que el ayuno intermitente es tan efectivo para perder peso como las dietas estándar. Dos estudios recientes mostraron que la restricción calórica diaria o el ayuno intermitente (ayuno de 24 horas tres veces a la semana) revirtió la resistencia a la insulina en pacientes con prediabetes o diabetes tipo 2.

Aunque los beneficios son satisfactorios y muy interesantes para la salud, faltan ensayos clínicos que confirmen la seguridad del ayuno intermitente en diferentes escenarios. Siempre es aconsejable consultarlo con un profesional de la salud.