En esta época del año se producen muchos cambios, tanto ambientales como de hábitos de vida que requieren un período de adaptación. La astenia se caracteriza por una sensación de fatiga y debilidad general. Durante los cambios de estación, como la primavera y el otoño es cuando más repercusión tiene. La astenia primaveral afecta especialmente a las mujeres de veinte a cincuenta años, una de cada diez personas la sufre.