Una alimentación inadecuada puede causar deterioro en el corazón y los vasos sanguíneos o alterar sus funciones. El consumo de calorías excesivas, y la obesidad como consecuencia puede, por si solo ser un factor de riesgo cardiovascular. Pero hay más cosas en nuestra alimentación que pueden alterar nuestra salud como: un consumo elevado de grasas saturadas, proteína animal, sal e hidratos de carbono refinados, así como un bajo consumo de frutas y verduras.