Con el aumento de calor en verano, existe mayor riesgo de deshidratación sino se reponen los líquidos perdidos a través del sudor. Sudar es una de las funciones más naturales del organismo, es un fenómeno imprescindible para regular y preservar la temperatura del cuerpo sin cambios bruscos. Cuando nos encontramos en reposo, perdemos líquido de forma imperceptible pero con el esfuerzo aumenta la producción interna de calor y la sudoración se hace más intensa para que no se eleve la temperatura interna.

Es importante reponer líquidos principalmente con agua y a través de los alimentos. Es importante saber detectar un estado de deshidratación que puede presentarse como sensación de sed intensa, sequedad en la piel, en los labios y en la boca, tendencia a dormir, orina de color más oscura, etc. En verano no es recomendable reducir la ingesta de agua, ya que perdemos líquido continuamente. La pérdida de líquidos varia en función de la edad, tamaño del cuerpo, actividad física, estado de salud y condiciones medioambientales. La hidratación no sólo trae consigo beneficios en un momento puntual, sino también a largo plazo. Evidencias científicas vinculan una ingesta adecuada de agua con más años de vida, la mejora de la salud en general, el rendimiento físico, el rendimiento mental y la seguridad y la productividad a nivel laboral. El agua es un elemento que promueve el mantenimiento de la calidad de vida. 

A la que llega el buen tiempo, es importante no perder de vista el manteniendo de los buenos hábitos de vida que hemos llevado durante el resto del año. Con la llegada del verano modificamos rutinas, horarios y en ocasiones implica un riesgo ya que dejamos de lado rutinas saludables. No debemos renunciar al deporte, bien sea en nuestra ciudad o en el lugar en el que estemos veraneando. Eso sí, debemos evitar siempre las horas centrales del día. 

Cómo mantenemos un buen nivel de hidratación?

  • Consume verduras, hortalizas y fruta de manera diaria.
  • Bebe agua aunque no tengas sed.
  • Haz tu propia limonada natural con limón exprimido, hielo y agua.
  • Introduce infusiones frías moderando aquellas con teína.